Si has notado que tu habilidad intelectual no es la misma que la de hace unos meses. Te cuesta trabajo recordar, retener información o aprender cosas nuevas probablemente sufres cansancio mental. Aquí algunos síntomas para detectar si sufres de este trastorno.
- Te es difícil empezar con tus actividades, sientes resistencia o falta de iniciativa cuando vas a realizar una tarea cotidiana o nueva.
- Actividades como leer, ver la televisión o conversar con varias personas, te cansan al grado de querer un descanso o hacer otra actividad.
- No enfocas claramente tus pensamientos y recuerdas con dificultad las cosas con más frecuencia que antes.
- Sientes que procesas lento tus pensamientos y tardas para concluir con un trabajo que requiere de esfuerzo mental o para expresar tu opinión.
- Te es difícil poner atención y entender la información que estás recibiendo.
- Te cuesta trabajo tomar decisiones, planear y resolver problemas.
- Es difícil lidiar con el estrés, hacer varias cosas al mismo tiempo bajo presión.
- Te irritas con situaciones que antes no te molestaban.
- Eres más sensible a la luz, ruido o a las aglomeraciones.
- Si tus horas de sueño han aumentado y despiertas con ganas de continuar durmiendo.
Ideas para combatirlo
Aunque la fatiga mental, como el cansancio física, no es fácil de medir, siguiendo las recomendaciones generales seguro recuperas tu rendimiento intelectual.
*El contenido de esta página es meramente informativo y educativo, por lo que no sustituye el diagnóstico ni la supervisión de un médico, ni ofrece tratamiento alguno. Consulta a tu médico antes de realizarte algún estudio.