Las frutas y las verduras
Las frutas y las verduras, especialmente crudas, nos ayudan a saciar el hambre y a nutrir a nuestro organismo de vitaminas y minerales consumiendo a la vez poquitas calorías. La combinación de fibra y agua llena nuestro estómago fácilmente, y aunque también se pueden digerir rápidamente, nos ayudarán a resolver esos momentos en que tenemos necesidad de picar alguna cosa.
Una buena opción son los batidos de fruta, en los cuales podemos mezclar algunas frutas y batirlas con agua, además de endulzarlas con un poco de estevia si las frutas son poco dulces. En cambio, los zumos naturales no son tan saciantes, ya que en la mayoría de casos no contienen ya la fibra de la fruta.
La mayoría de harinas y cereales que consumimos hoy en día son refinados, ya que se les ha extraído la fibra. Si los consumimos integrales resultarán mucho más saciantes y también más beneficiosos para nuestro organismo. Podemos optar por alimentos integrales como el arroz, el pan, la harina para elaborar repostería, etc.
Las legumbres, que antiguamente se consumían muy habitualmente, están actualmente un poco olvidadas, y sin embargo son un alimento excelente. Son ricas en proteína, por lo que tranquilamente pueden ser el plato principal de una comida, acompañadas de un poco de verdura y/o cereal, y además, a diferencia de la proteína animal, son ricas en fibra. De hecho, al comerlas normalmente ya notamos que nos llegamos con facilidad.
Si tenemos tendencia a malas digestiones podemos cocinarla con un poco de comino, curry o hinojo, y no mezclarlas con demasiados alimentos, o bien triturarlas y tomarlas como puré.
Muchas veces confundimos el hambre con la sed, y otra veces es sencillamente ?hambre emocional? o la necesidad de llevarnos algo a la boca. Para esos momentos no hay nada mejor que beber dos vasos de agua. De hecho cada vez que tenemos hambre podemos beber agua. Si el hambre sigue cinco minutos después, entonces podemos comer alguna cosa.
Es importante que el agua sea tibia y que evitemos tomar el agua muy fría, que puede enfriar el sistema digestivo y además dificultar la digestión de los alimentos.
No podemos dejar de comentar la importancia de masticar bien los alimentos para ayudar a saciar el apetito. El hambre dura unos 20 minutos cuando empezamos a comer. Si masticamos bien no necesitaremos tanta cantidad de comida, y además haremos una mejor digestión de lo que hemos comido.
*El contenido de esta página es meramente informativo y educativo, por lo que no sustituye el diagnóstico ni la supervisión de un médico, ni ofrece tratamiento alguno. Consulta a tu médico antes de realizarte algún estudio.
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