La música es maravillosa, nos hace trasladarnos a momentos inolvidables, esto es porque la música libera sustancias químicas en el cerebro, y estas son las responsables de:
La amígdala, la parte del cerebro en la que se almacenan las emociones, analiza rápidamente las cuerdas y tonos para determinar si la música te gusta y qué tan apasionada será tu reacción. Si te gusta la melodía, tu núcleo accumbens, libera el neurotransmisor dopamina, que te hace sentir bien.
Las células nerviosas, que se encienden al mismo tiempo, también establecen una conexión, así que la próxima vez que escuches esta canción tu cerebro podría recordar lo que estabas haciendo y cómo te sentías cuando la oíste por última vez. Es un lazo bastante poderoso: cuando estés enojada, escucha una canción que te remonte a un momento más placentero.
La música es una experiencia intelectual. Para entender y apreciar su complejidad necesitas poner a trabajar el cerebro, específicamente el córtex prefrontal, que es el centro del cerebro encargado del razonamiento ejecutivo. Esta podría ser la razón por la que escuchar música a menudo se relaciona con un mejor funcionamiento mental.
Escuchar música tranquila podría ayudarle a tu cuerpo a disminuir la producción de hormonas del estrés como cortisol y epinefrina. Las canciones relajantes, también contribuyen a reducir tu ritmo cardiaco o hacen que tu respiración sea más profunda. Los sonidos relajantes suelen incrementar la producción de la hormona del crecimiento por parte de tu organismo, lo que a su vez promueve un metabolismo saludable. También podrían prevenir la inflamación peligrosa, algo crucial para que tu sistema inmunológico se mantenga saludable.
*El contenido de esta página es meramente informativo y educativo, por lo que no sustituye el diagnóstico ni la supervisión de un médico, ni ofrece tratamiento alguno. Consulta a tu médico antes de realizarte algún estudio.
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