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Alrededor de los ocho meses de nacido, tu bebé comience a experimentar lo que se conoce como angustia por separación.

Debes tener presente que es algo normal y que consiste en la preocupación que siente el niño cuando tú puesto que a esa edad necesita de ti para casi todo, es lógico que al salir de su vista se sienta nervioso ante la posibilidad de que no regreses.

La manifestación más clara es cuando tu bebé se pone llorar hasta que tú vuelves. La angustia por separación puede producirse también durante las noches, cuando empieza a dormir solo y se despierta y no te ve.

Lo importante es que ayudes a tu niño a entender que las separaciones son algo normal y temporales. En la medida en que comprende que no te irás para siempre, estará más tranquilo.

O también puedes probar con separaciones cortas, de algunos minutos, e ir extendiéndolas a medida que el bebé se acostumbra a ellas. Puedes también hablarle aunque estés fuera de la habitación, para que sepa que estás cerca aunque no te vea. Si la separación es por periodos más largos, trata de que se quede con alguien a quien ya conozca, con quien se sienta familiar. En cualquier caso, no te escabullas, es decir, no te vayas sin que él lo sepa, pero a su vez, haz las despedidas cortas y sin muestras de tristeza por tu parte.

*El contenido de esta página es meramente informativo y educativo, por lo que no sustituye el diagnóstico ni la supervisión de un médico, ni ofrece tratamiento alguno. Consulta a tu médico antes de realizarte algún estudio.